lunes, 25 de noviembre de 2013
El monasterio del escorial
El Monasterio de San Lorenzo de El Escorial es un complejo que incluye un palacio real, una basílica, un panteón, una biblioteca y un monasterio. Se encuentra en la localidad de San Lorenzo de El Escorial, en la Comunidad de Madrid, España, y fue construido entre 1563 y 1584.
El palacio fue residencia de la Familia Real Española, la basílica es lugar de sepultura de los reyes de España y el monasterio -fundado por monjes jerónimos- está ocupado actualmente por frailes de la Orden de San Agustín. Es una de las más singulares arquitecturas renacentistas de España y de Europa. Situado en San Lorenzo de El Escorial, ocupa una superficie de 33.327 m², sobre la ladera meridional del monte Abantos, a 1028 m. de altitud, en la Sierra de Guadarrama. Está gestionado por Patrimonio Nacional.
Conocido también como monasterio de san Lorenzo El Real, o, sencillamente, El Escorial, fue ideado en la segunda mitad del siglo XVI por el rey Felipe II y su arquitecto Juan Bautista de Toledo, aunque posteriormente intervinieron Juan de Herrera, Juan de Minjares, Giovanni Battista Castello El Bergamasco y Francisco de Mora.
Fue considerado, desde finales del siglo XVI, la octava maravilla del mundo, tanto por su tamaño y complejidad funcional como por su enorme valor simbólico. Su arquitectura marcó el paso del plateresco renacentista al clasicismo desornamentado. Obra ingente, de gran monumentalidad, es también un receptáculo de las demás artes.
Sus pinturas, esculturas, cantorales, pergaminos, ornamentos litúrgicos y demás objetos suntuarios, sacros y áulicos hacen que El Escorial sea también un museo. Su compleja iconografía e iconología ha merecido las más variadas interpretaciones de historiadores, admiradores y críticos. El Escorial es la cristalización de las ideas y de la voluntad de su creador, el rey Felipe II, un príncipe renacentista.
Cronología del Monasterio
1557. Victoria sobre los franceses en la batalla de San Quintín.
1558. El emperador Carlos V muere en Yuste, cambiando en su testamento su deseo de ser enterrado en Granada por la petición a su hijo de crear un edificio ex novo para su tumba, en un lugar diferente a sus padres y abuelos. Felipe II designó una comisión multidisciplinar (médicos, arquitectos, canteros, etc.) para buscar el emplazamiento más idóneo en la Sierra de Guadarrama, el centro geográfico de la Península Ibérica.
1559. El 15 de julio el rey nombró arquitecto real a Juan Bautista de Toledo desde Gante y le encomendó la dirección de todas las obras de la Corona.
1560. La comisión busca alternativas para el emplazamiento del monasterio, barajando entre otras localizaciones Guisando, Aranjuez, Manzanares y la Alberquilla y la Fresneda, en las cercanías de El Escorial. En noviembre se elige el emplazamiento actual, a apenas 50 kilómetros de Madrid, en las inmediaciones de la Fuente de Blasco Sancho, próxima a El Escorial —entonces una pequeña aldea de la Comunidad de Villa y Tierra de Segovia— para construir el edificio. El paraje disponía de abundante caza y leña, aire y aguas de buena calidad y canteras de granito y pizarra en las proximidades.
1561. Este año fue clave para la historia de El Escorial:
El monarca trasladó la capital de España desde Toledo a Madrid.
Encomendó el Monasterio de El Escorial a los monjes jerónimos. Tradicionalmente, la monarquía hispánica había estado muy vinculada a esta Orden religiosa.
Juan Bautista de Toledo empieza el diseño general del Monasterio: la conocida como la «Traza Universal».
1562. Felipe II comenzó a adquirir los terrenos colindantes para hacer del entorno del Monasterio un híbrido de territorio de realengo y abadengo, donde se pudieran compatibilizar los usos recreativos, agropecuarios y cinegéticos.
1563. En febrero se sumaron al proyecto, en calidad de adjuntos, Juan de Herrera y Juan de Valencia. El 23 de abril, festividad de San Jorge, se colocó la primera piedra del Monasterio, en los cimientos del refectorio del convento, bajo la silla del Prior, en la fachada meridional.
1567. Felipe II firmó el 22 de abril la Carta de Fundación y Dotación del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Pocos días después, el 19 de mayo, tras la finalización de la fachada del Jardín de los Frailes, gran parte de las dependencias del Monasterio y el Patio de los Evangelistas, moría Juan Bautista de Toledo.
Entre 1567 y 1569, la dirección del proyecto palaciego y monacal quedaba en manos de Giovanni Battista Castello El Bergamasco, autor de la escalera principal.
1572. Juan de Herrera, con un protagonismo cada vez más creciente, asumió la reorganización del proyecto.
1575. El maestro cantero cántabro Juan de Nates colaboró junto a Diego de Sisniega y Francisco del Río en las obras.
1576. Herrera fue designado aposentador real, trazador principal, matemático e ingeniero de las obras de la Corona, incluidas las del Monasterio. A partir de la Traza Universal diseñada por Juan Bautista de Toledo, planteó soluciones que, como explicó en 1966 el arquitecto Fernando Chueca Goitia, tendían hacia la simplificación y geometrización del edificio. Las principales variaciones sobre la solución original fueron la construcción de una planta más en la fachada principal, que regularizaba la primera solución escalonada, la reducción del número de torres de sus fachadas y el cierre del Patio de Reyes con la "doble fachada" de la iglesia, donde se situó la Biblioteca Real.
1584. Se colocan en la portada de la Basílica las estatuas de David y Salomón. El 13 de septiembre se dieron por finalizadas oficialmente las obras, bajo la dirección de Francisco de Mora, a pesar de no estar concluida la Real Basílica. Ésta se culminó en 1586 después de once años de construcción.
1814. Superados los avatares de la Guerra de la Independencia, que supuso para el Monasterio el saqueo y la exclaustración, regresan los monjes de la Orden Jerónima. Con el restablecimiento de la Constitución de 1812 y el arranque del Trienio Liberal, vuelven a abandonar el Monasterio la mayoría de los monjes entre 1820 y 1824. El 1 de diciembre de 1837 parten los 150 monjes jerónimos tras entrar en vigor las leyes desamortizadoras de los bienes eclesiásticos. Posteriormente, tras un fallido intento de restauración, se crea un patronato de capellanes seculares.
1885. Luego de dos intervalos en que lo ocuparon los Padres Escolapios (desde 1869 el Colegio, y entre 1872 y 1875 la custodia completa del Monasterio) y otra vez los capellanes seculares, el rey Alfonso XII hace entrega del Monasterio a la Orden de San Agustín. Los Agustinos viven en el Monasterio hasta la actualidad
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